Problema Trivial

Los niños suelen ver muchas situaciones de la vida como un problema gigante y complicado, sucesos que para los adultos resultan sumamente sencillos.

Estos problemas triviales tienen para los niños un nivel de dificultad muy alto, debido a su edad, al poco control de la motricidad de su cuerpo e incluso a miedos infundados por adultos o compañeros, hacen que cosas básicas como peinarse, amarrarse los cordones, leer, ir al colegio por primera vez, ir al baño solos, ir al médico, al odontólogo o hablar en público sean determinantes para la personalidad del niño; no alcanzar estos logros puede convertirse en una frustración, ya que es cuestión  de tiempo, esfuerzo, y hasta de preparación sicológica, alcanzar su meta exitosamente. Esa preparación para que el niño obtenga el resultado que desea, tiene demasiada importancia, pues hay una gran diferencia entre motivarlo con actos y palabras que lo hagan sentirse apoyado y capaz, que regañado o criticado por no lograr superar la situación.

Puede resultar muy perturbador para un pequeño, sentirse incapaz, inútil, débil o cobarde ante  un obstáculo, si no logra superarlo puede ser contraproducente para problemas futuros que tenga que enfrentar, por ejemplo:

Para una niña es especialmente complicado aprender a peinarse, resulta muy tedioso luchar con una cantidad de cabello, un peine y un moño a la vez… pero es una lucha necesaria aprender a arreglarse por sí sola, pues la hace sentirse más independiente, además de evitarse jalones y peinados que le disgusta que le hagan los adultos.

En el caso de un niño resulta algo complicado aprender a ir al baño solo, es decir aprender a orinar sin ensuciar la taza del inodoro, controlar su cuerpo, en este caso su pene, requiere de un autoconocimiento y control de su cuerpo.

Algo tan simple  como es amarrarse los cordones, para un niño se convierte en un monstruo gigante, temas como este se ven reflejados en cuentos como “Un lio de cordones”, de la autora Daniela Kulot, donde cuenta la historia de Laura, una pequeña a la que le resulta muy complicado atarse los cordones y hace hasta lo imposible por esconder y evitar los zapatos nuevos que su mamá le compro.
http://valorestic.wordpress.com/2009/03/03/un-lio-de-cordones/

Es normal temer a lo que no conocemos, o a lo que no nos ha generado una buena impresión o nos ha hecho vivir una mala experiencia, por esta razón los libros infantiles son un excelente medio para tratar estos temas de manera más digerible y generar en el lector una visión más amplia del asunto, planteando situaciones vivenciales en las que el niño se identifica y lo hace reflexionar de manera analítica frente a dicha situación.

Navegando por internet encontramos este fragmento que expone argumentos que complementan lo aquí expuesto.

 “Actualmente se están utilizando los cuentos dentro de la psicoterapia como un apoyo amable y muy maleable para acercar información y contenidos psicológicos al paciente en forma de vivencias en las cuales puede verse reflejado sin sentirse intimidado y encontrar también salidas paralelas a momentos o situaciones actuales que experimenta. Son en ese sentido catalizadores o puntos focales que a manera de espejos pueden reflejarnos y devolvernos una imagen de nuestra psiquis o de procesos actuales que se viven otorgándonos distancia y una perspectiva nueva y fresca donde mirarnos.

Siendo tan plásticos, un mismo cuento puede aplicarse a distintas situaciones y momentos y al tener un marco o contenido humorístico se quedan grabados fácilmente en nuestra memoria.

Una de las grandes ventajas de los cuentos es que penetran dentro de uno sin ofrecer mucha resistencia, debido a que su contenido no es considerado agresivo y así no son filtrados o no mucho por nuestros sistemas de filtros psicológicos que nos impiden en gran medida asimilar o absorber cosas nuevas, en gran parte como un mecanismo de defensa y autoprotección.”

Articulo tomado de http://www.personarte.com/cuentos.htm

Respecto a este articulo, podemos reafirmar la importancia que tienen los cuentos y dejar de verlos como un simple objeto de entretenimiento  para los niños, no podemos subestimarlos, pues un cuento bien elaborado no es solamente un libro con imágenes y texto, un buen cuento es el que aborda un tema de forma inteligente con un tono distinto y atractivo para el lector, lo sumerge en la trama y tiene un mensaje que al ser transmitido de manera adecuada crea en nosotros una semilla que nos hace cuestionar la situación planteada comparándola con la vida real y sacando nuestras propias conclusiones.