Leer Una Imagen

Somos seres muy visuales, vivimos en una época donde la mayor parte de lo que nos rodea entra por los ojos, es el sentido que más desarrollado  tiende a tener la sociedad. Generalmente  en una librería o biblioteca lo primero que nos impulsa a tomar un libro es la caratula, qua acompañada de un titulo interesante, nos motiva a indagar su interior, todo depende también de nuestros gustos, una combinación de colores que nos llama la atención, una tipografía, la diagramación, una imagen impactante, o libros con temas de nuestro interés.

Todos tenemos una concepción muy distinta de lo que nos parece atractivo a los ojos y lo que no merece nuestra atención, todo viene de un punto de vista individual y personal visual. A pesar de ser tan visuales, generalmente al saber leer, solemos darle más importancia al contenido escrito del libro que a la imagen a la que solo le echamos un vistazo rápido y muy general sin entrar en detalles, Pero en el caso de los niños es todo lo contrario la imagen es lo primero que aprenden a leer.

Las letras, para los niños, en principio son formas raras que no entienden, pero las imágenes de un cuento infantil son referentes de un entorno o de un lenguaje visual que ya conocen, las caras , los gestos, las posiciones, nos dan referencia de los sentimientos, emociones y acciones del personaje, los objetos, lo que compone las diferentes escena de un cuento, nos cuentan algo, nos ofrece una información, nos ubica en un espacio, en un tiempo, no indica si es de día o de noche, pero nos da una idea de donde se desarrolla la historia.

La manera ideal de iniciar un niño en la lectura es convidarlo a leer un libro que solo contenga imágenes que cuenten una historia, el podrá llamar a los personajes a su gusto, inventar sus conversaciones, deducir los sentimientos de los personajes y todo esto lo ayudará a crear e imaginar. En el caso de un bebe y su primer contacto con un libro, le será llamativo en primer lugar para llevárselo a la boca, mas adelante lo observará y mucho mas adelante lo leerá.

Por esta razón la presentación de los libros han evolucionado para ser acomodado a la necesidad y al material adecuado según la edad del niño, libros hechos de tela, en cartón grueso, para resistir el trajín al que es expuesto.

Escrito en la pasta de un cuaderno encontré un mensaje que decía:

“Dímelo y quizás me olvide…

Enséñame y lo recordaré,

Involúcrame y lo entenderé”

Esto me ayudo a comprender que la interacción en cualquiera que sea el tema, lo hará más digerible y fácil de entender para el  niño, pues al involucrarlo, lo hará apropiarse de la historia, de esta forma lo recordarla y entenderá con muchísima más facilidad.

Un claro ejemplo podría ser un libro que pretenda hacer que el niño comience a identificar los sentimientos de las personas, este podría ser mostrándole una ilustración o fotografía del personaje con el gesto y su descripción respectiva en texto, podría hacerse de forma interactiva plasmándole una situación en donde él sea quien decide que expresión ponerle al personaje de acuerdo a la escena, ya sea dibujándola o por medio de pegatinas que tengan las diferentes expresiones propuestas. Este ejercicio resultará entonces mucho más enriquecedor para el niño pues requiere más concentración de su parte y comprensión a la hora de etiquetar cada ilustración.

Por esta razón los libros interactivos son ideales para un niño, pues ofrecen  la posibilidad de tener un acercamiento más profundo que requiere de un esfuerzo y una disposición mayor por parte de la persona, lo hacen mucho más entretenido, y más personal y por ende más experimental, ideales para los niños que disfrutan tanto del juego y de los retos.

Además los libros interactivos pretenden llevar al niño o espectador de lo teórico a lo práctico, utilizando la ingeniería del papel para salir de lo plano al relieve, proporcionando expectativa y sorpresa.